viernes, 29 de octubre de 2010

La mitad del libro

Estoy en la mitad de un libro y no sé que hacer. Estoy atrapada. Si voy hacia adelante, siento que no estoy lista, y si voy a hacia atrás, querré cambiarlo todo. Estoy en un buen lugar, pero sé que podría ser mejor, y trato de convencerme, que incluso podría ser peor.

Y la mitad del libro es sola, y la mitad del libro es oscura, y en la mitad del libro no sé que hacer. Salvame, ven por mí. O no lo hagas, a veces me siento mejor sin ti. Ya nada importa, solo me pondré a pensar, en lo que un día tuve, pero no puedo mirar atrás.

Tibia y silenciosa, la lágrima recorre mi mejilla, y si la quito siento que seguiré llorando, y si la dejo siento que necesito algo. Pero estoy sola, atazcada en la mitad de un libro que no entiendo. Y me da miedo seguir, porque estoy sola. No siento animos. Me duele mirar atrás, porque siempre me imaginé que estaría orgullosa. Hoy no lo estoy.

Sentí que todos me dejaron, pero fuí yo quien los dejó atrás. Sentí que se adelantaron, y por eso corrí. Ahora sé que los dejé atrás, pero no quiero volver. Tal vez me gusta estar sola...Y me da miedo.
No sé si correr, porque no quiero que me alcancen. Pero estoy cansada, y me da miedo moverme. No quiero que me alcancen, ¿qué voy a hacer? Sé que ellos siempre me creen, pero hoy no me quiero esconder. Dejaré que sigan adelante, quizá ni se molesten en fijarse, quizá no han notado que a su lado no he estado.

Lo cierto es, esta anocheciendo y no tengo a donde ir. Estoy perdida, hace frio y no me puedo mover. La mitad del libro es sola, tirste y nostalgica, pero siento que es dónde pertenezco...y no me quiero ir.

Una vista a el mañana

Y me puedo poner a pensar en todo lo que va a pasar mañana. Me puedo poner a recitar mil predicciones y seguramente en ninguna acierte. Es incierto, y el destino se escribe mientras lo vivimos y tomamos deciciones, y la vida no se repite.

El tiempo pasa rápido, o lento. Naces, creces, vives y mueres. Y todo va en busca de la perfección, y el concepto errado que cada uno tenemos de ella. Y no se trata de buscarla.

Siempre queremos más, siempre queremos estar por encima de los otros. Queremos pelo perfecto, cuerpo perfecto, nariz perfecta, dientes perfectos, sonrisa perfecta y ojos perfectos. Pero tan fea puedo parecerte, como tan linda le puedo parecer a él. Y eso no lo entenderé hasta que esté lista para morir, y haya desperdiciado toda una vida, buscando algo que nunca fue.

Y tengo tres opciones. O hacer las cosas, o verlas hacer, o pensar en hacerlas. y ¿cuál es la indicada? Sería hacer las cosas...pero hay tantas cosas de por medio que tocaría arriesgar. Y ¿perderlas todas? . Entonces pensaré en hacerlas, y me imaginaré todo lo que gano, luego me arrepentiré de no haberlo hecho. O las veré hacer, y estaré celosa de aquella persona que supo arriesgarlo todo.

Mañana puede ser un mal día, o puede ser uno bueno, y tal vez el último. Mañana todo puede pasar, pero a la coincidencia no voy a subestimar.

Y me puede traer tan buenas cosas...

Y lo único que tengo claro es una cosa, y es que no sé que pase mañana.

viernes, 8 de octubre de 2010

O sal de mi mente.

Yo pienso, que si no me gustas, te deberías salir de mi mente.
Es de verdad, ya es suficiente.
Si yo no te gustara, así como tú no me gustas, sería todo más fácil.

Yo sé que no te gusto.
Tú sabes que no me gustas,
¿por qué no hacemos las cosas más fáciles?

¿Qué tiene que pasar?
¿Qué estas esperando?
¿Qué podrías perder?

Ya sé que el ejemplo que tienes no es bueno.
Y también sé que no sabes qué hacer.
Y que eres inseguro...

Pero déjalo ya, y sal de mi mente. . . O quédate en ella, pero demuestrame que te importa.