Y me puedo poner a pensar en todo lo que va a pasar mañana. Me puedo poner a recitar mil predicciones y seguramente en ninguna acierte. Es incierto, y el destino se escribe mientras lo vivimos y tomamos deciciones, y la vida no se repite.
El tiempo pasa rápido, o lento. Naces, creces, vives y mueres. Y todo va en busca de la perfección, y el concepto errado que cada uno tenemos de ella. Y no se trata de buscarla.
Siempre queremos más, siempre queremos estar por encima de los otros. Queremos pelo perfecto, cuerpo perfecto, nariz perfecta, dientes perfectos, sonrisa perfecta y ojos perfectos. Pero tan fea puedo parecerte, como tan linda le puedo parecer a él. Y eso no lo entenderé hasta que esté lista para morir, y haya desperdiciado toda una vida, buscando algo que nunca fue.
Y tengo tres opciones. O hacer las cosas, o verlas hacer, o pensar en hacerlas. y ¿cuál es la indicada? Sería hacer las cosas...pero hay tantas cosas de por medio que tocaría arriesgar. Y ¿perderlas todas? . Entonces pensaré en hacerlas, y me imaginaré todo lo que gano, luego me arrepentiré de no haberlo hecho. O las veré hacer, y estaré celosa de aquella persona que supo arriesgarlo todo.
Mañana puede ser un mal día, o puede ser uno bueno, y tal vez el último. Mañana todo puede pasar, pero a la coincidencia no voy a subestimar.
Y me puede traer tan buenas cosas...
Y lo único que tengo claro es una cosa, y es que no sé que pase mañana.
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