¿Está mal queres a alguien cuando no lo conoces?
Cerré los ojos, pero te habías ido. Y ya era tarde, porque te habias ido. No era como me lo esperaba...tal vez yo quería algo más romántico. Tal vez fue desesperado o pronto o apresurado...Pero sin saberlo te quería. Sin conocerte te quise, sin saber de ti te quise. ¡Y cuánto te quise! ¡cuánto te extrañé cuando no estabas!
Pero rápido llegaste, y depronto rápido te vas. Porque cuando se está muy feliz siempre pasa algo malo. Y mejor siempre sería sorprenderse que lamentarse. Pero hasta ahora quererte no ha sido una decisión. Es un instinto, que tal vez me arrepienta de haberlo tenido. ¡Y no sé que hacer!
Tal vez me guste mucho lo que dices, o tal vez sea que me guste como lo dices. ¡Pero me gusta! Y no sé tú qué pienses. Y no sé a dónde quieres llegar siendo tan lindo conmigo. ¡Y quiero que los dias pasen tan rápido para aberiguarlo!
Es un sentimiento único. Y la sonrisa es inevitable. Cualquier cosa que me digas, ya me tienes embobada. Y nuestro parecido es perfecto, porque no aburre, engancha. Si te alcanzaras a imaginar lo que me intriga saber qué es lo que quieres...
Me gustan las estrellas, los arboles, el ruido del mar, las flores. Pero las cambio todas por oír tu voz. Las cambio todas por verme en tus ojos. ¡Lo cambio todo para que me digas que me quieres! Pero sólo falta tiempo y de eso estoy segura.
No es porque sepa, no es porque crea. Es porque siento. Es porque no veo por qué no. Y si te hubiera conocido antes hubiera sido tan feliz. Pero depronto me estoy haciendo historias, depronto me estoy ilucionando y depronto imagino cosas que nunca van a pasar, seguramente me estoy haciendo ideas. Solo imaginarte me inspira. Y pensar todo eso me está haciendo tan feliz por ahora... No sé si quiero pensar otra cosa.
Y son las cuatro de la mañana y yo me pregunto ¿Estará dormido?
Hola a todos, decidí hacer este blog para tener un espacio que sea como un diario, en el que pueda publicar toda clase de pensamientos y escritos.
domingo, 26 de diciembre de 2010
jueves, 23 de diciembre de 2010
Año nuevo?
11:59 PM, un 31 de Diciembre.
"Dentro de un minuto, todo quedará en el pasado. Incluso este pensamiento." Eso podía ser bueno, y también malo....y tenía miedo.
- No quiero ser el pasado de nadie. -susurró para ella misma. "Estás sola." pensó como respuesta. Desde de la planta de abajo escuchó a sus vecinos cuando empezaron la cuenta para atrás.
- 10...9...-todos estaban muy emocionados-...8...7...6....5....4...3...2...1!!!!!! Feliz Año Nuevo! -gritaron todos, al tiempo que un estallido de pólvora sobresaltó sus oídos. La temible pólvora, de nuevo Enero. "Enero y estoy sola...Por lo menos traigo puesta mi ropa interior amarilla." pensó con humor negro.
La copa de vino blanco estuvo de nuevo en la mesa, vacía. "Vacía como vacío está mi corazón." Suspiro. "Sola. Sola. Sola..."
- ESTOY SOLA! -gritó por la ventana con todas sus fuerzas. "Sola y tomada." Se preguntó si la gente sorda podría oír sus pensamientos.
01:21 PM un 1 de Enero.
"Tengo hambre y ya desperdicié la mitad del primer día del año. Vaya manera de empezar." La cama no estaba ni tibia. El agua no calentaba, y el espejo revelaba una imagen cansada y descuidada. Y, como el día no se podía embarrar más, salió de casa sin bañarse. Unas oscuras gafas cubrían la mitad de su rostro cuando salió del edificio a la ciudad que aún dormía.
Entró al café de 24 horas todos los días de la semana, y le ordenó a la chica de la caja que tenía pocas ganas de atenderla, un Latte con endulzante y dos galletas integrales. La chica asintió y le dijo que un mesero llevaría el pedido a la mesa. Novedad.
Pero ese no era "un" mesero, ese era "el" mesero. Guapo, encantador y con una brillante sonrisa. Quizás este año no sea tan malo. Quizás tenga que venir al café todos los días para averiguarlo, y quizás la próxima vez venga arreglada para al menos lucír decente...Solo esperemos que no me reconozca.
"Dentro de un minuto, todo quedará en el pasado. Incluso este pensamiento." Eso podía ser bueno, y también malo....y tenía miedo.
- No quiero ser el pasado de nadie. -susurró para ella misma. "Estás sola." pensó como respuesta. Desde de la planta de abajo escuchó a sus vecinos cuando empezaron la cuenta para atrás.
- 10...9...-todos estaban muy emocionados-...8...7...6....5....4...3...2...1!!!!!! Feliz Año Nuevo! -gritaron todos, al tiempo que un estallido de pólvora sobresaltó sus oídos. La temible pólvora, de nuevo Enero. "Enero y estoy sola...Por lo menos traigo puesta mi ropa interior amarilla." pensó con humor negro.
La copa de vino blanco estuvo de nuevo en la mesa, vacía. "Vacía como vacío está mi corazón." Suspiro. "Sola. Sola. Sola..."
- ESTOY SOLA! -gritó por la ventana con todas sus fuerzas. "Sola y tomada." Se preguntó si la gente sorda podría oír sus pensamientos.
01:21 PM un 1 de Enero.
"Tengo hambre y ya desperdicié la mitad del primer día del año. Vaya manera de empezar." La cama no estaba ni tibia. El agua no calentaba, y el espejo revelaba una imagen cansada y descuidada. Y, como el día no se podía embarrar más, salió de casa sin bañarse. Unas oscuras gafas cubrían la mitad de su rostro cuando salió del edificio a la ciudad que aún dormía.
Entró al café de 24 horas todos los días de la semana, y le ordenó a la chica de la caja que tenía pocas ganas de atenderla, un Latte con endulzante y dos galletas integrales. La chica asintió y le dijo que un mesero llevaría el pedido a la mesa. Novedad.
Pero ese no era "un" mesero, ese era "el" mesero. Guapo, encantador y con una brillante sonrisa. Quizás este año no sea tan malo. Quizás tenga que venir al café todos los días para averiguarlo, y quizás la próxima vez venga arreglada para al menos lucír decente...Solo esperemos que no me reconozca.
martes, 21 de diciembre de 2010
Cajita de recuerdos.
Ella entró a la casa que solía ser suya. Una oleada de recuerdos la invadió, haciéndola querer devolverse y huir. Pero era ya la segunda vez que trataba de entrar en la casa, y esta vez, lo haría.
No pudo evitar las lágrimas que recorrieron sus mejillas con cada paso que daba, pero tampoco trató de evitarlas. Era natural que pasara. Su paso era lento, pero decidido.
La casa olía a moho, a viejo, a sucio. Agradeció no temerle a las arañas. Lo primero que hizo al subir, fue entrar a lo que una vez fue su habitación. Los recuerdos de las noches de chicas, los recuerdos de sus amigos y ella escuchando música, los recuerdos de los besos al escondido con los cinco chicos con los que había salido...los recuerdos de su juventud llegaron a ella. No pudo hacer más que dejarse caer al suelo, y llorar. Todo lo que había tenido se le antojó mejor que cualquier cosa que tenía en este momento.
Recordó cuando su primer novio le terminó, recordó cuando en esa habitación había ella presenciado la pelea más violenta de su casa, sin ella estar involucrada, recordó cuando su hermana....Todos los malos recuerdos vividos en la habitación le llegaron, pero aún así, quiso volver al pasado.
Se paró y débilmente se adentró más al cuarto. Cerró la puerta, casi que por costumbre. Suspiró con tristeza mientras de su bolso sacaba un pañuelo. Recorrió la estancia con la mirada, antes se le había antojado tan familiar, pero ahora se preguntaba si esa habitación había sido la suya. Se le antojaba tan diferente.
La puerta cerrada había dejado a la vista unas fotografías. Ella y un montón de desconocidos, que seguramente habían sido sus amigos.
Ella y la chica de cabellos lagos, ella y el chico moreno, ella y la chica con pecas, ella y la chica de ojos azules, ella y un chico de cabellos ondulados, ella y el chico de cabeza grande, ella y el chico musculoso, ella y la chica alta, ella y la chica de lengua corta, ella y el chico de corta estatura....
Segundos después se vio lanzando las fotografías al suelo, y contemplando en sus manos un dibujo. El papel estaba ya amarillento, pero se veía una zapatilla de Ballet y en una letra elegante un "Con Amor, para mi mejor amiga". Lo dobló, lo metió en su bolso y se alejó de la puerta.
Abrió un cajón donde encontró libros. Se acordó de leerlos todos, todos menos uno. Se acordó de como había llegado a sus manos, y recordó haberlo empezado. Pero nunca lo había terminado, así que lo tomó en sus manos, dispuesta a retomar la lectura.
Suspiró nuevamente, estaba descubriendo su pasado. La cajita de música cayó al suelo cuando ella removió una manta llena de polvo con brusquedad. La canción de "El cascanueces" sonó por unos instantes antes de que ella recogiera la cajita. La contempló con dulzura, la delicada bailarina había perdido su vestido rosa, y ahora el vestido rosa era sustituido por un color casi blanco. La cara de la bailarina era ahora café, por el mugre.
Fue suficiente con poner a sonar la canción nuevamente para que ella recordara a su padre en el momento en que le regaló la cajita. Y evidentemente, volvieron las lágrimas. Con la mano removió el polvo, y dejó la cajita en un espacio limpio.
Y así pasaron horas en las que ella no hizo más que recordar su pasado, añorarlo. Salió de su habitación con nostalgia, para entrar en la de su hermana.
Entró a la habitación que había sido de sus padres cuando el reloj de su teléfono indicaba las 3:10 de la mañana. Estaba cansada y llorar le había hecho dar más sueño. Se acostó en la cama repleta de polvo, en el espacio donde había dormido su madre. Estornudó, pero ahí se quedó, recordando a tan maravilloso ser.
Con los rayos del sol, ella se despertó al día siguiente. Estaba en la cama que había sido de sus padres, con una almohada que aún olía a su madre. ¿qué más podía desear?
No pudo evitar las lágrimas que recorrieron sus mejillas con cada paso que daba, pero tampoco trató de evitarlas. Era natural que pasara. Su paso era lento, pero decidido.
La casa olía a moho, a viejo, a sucio. Agradeció no temerle a las arañas. Lo primero que hizo al subir, fue entrar a lo que una vez fue su habitación. Los recuerdos de las noches de chicas, los recuerdos de sus amigos y ella escuchando música, los recuerdos de los besos al escondido con los cinco chicos con los que había salido...los recuerdos de su juventud llegaron a ella. No pudo hacer más que dejarse caer al suelo, y llorar. Todo lo que había tenido se le antojó mejor que cualquier cosa que tenía en este momento.
Recordó cuando su primer novio le terminó, recordó cuando en esa habitación había ella presenciado la pelea más violenta de su casa, sin ella estar involucrada, recordó cuando su hermana....Todos los malos recuerdos vividos en la habitación le llegaron, pero aún así, quiso volver al pasado.
Se paró y débilmente se adentró más al cuarto. Cerró la puerta, casi que por costumbre. Suspiró con tristeza mientras de su bolso sacaba un pañuelo. Recorrió la estancia con la mirada, antes se le había antojado tan familiar, pero ahora se preguntaba si esa habitación había sido la suya. Se le antojaba tan diferente.
La puerta cerrada había dejado a la vista unas fotografías. Ella y un montón de desconocidos, que seguramente habían sido sus amigos.
Ella y la chica de cabellos lagos, ella y el chico moreno, ella y la chica con pecas, ella y la chica de ojos azules, ella y un chico de cabellos ondulados, ella y el chico de cabeza grande, ella y el chico musculoso, ella y la chica alta, ella y la chica de lengua corta, ella y el chico de corta estatura....
Segundos después se vio lanzando las fotografías al suelo, y contemplando en sus manos un dibujo. El papel estaba ya amarillento, pero se veía una zapatilla de Ballet y en una letra elegante un "Con Amor, para mi mejor amiga". Lo dobló, lo metió en su bolso y se alejó de la puerta.
Abrió un cajón donde encontró libros. Se acordó de leerlos todos, todos menos uno. Se acordó de como había llegado a sus manos, y recordó haberlo empezado. Pero nunca lo había terminado, así que lo tomó en sus manos, dispuesta a retomar la lectura.
Suspiró nuevamente, estaba descubriendo su pasado. La cajita de música cayó al suelo cuando ella removió una manta llena de polvo con brusquedad. La canción de "El cascanueces" sonó por unos instantes antes de que ella recogiera la cajita. La contempló con dulzura, la delicada bailarina había perdido su vestido rosa, y ahora el vestido rosa era sustituido por un color casi blanco. La cara de la bailarina era ahora café, por el mugre.
Fue suficiente con poner a sonar la canción nuevamente para que ella recordara a su padre en el momento en que le regaló la cajita. Y evidentemente, volvieron las lágrimas. Con la mano removió el polvo, y dejó la cajita en un espacio limpio.
Y así pasaron horas en las que ella no hizo más que recordar su pasado, añorarlo. Salió de su habitación con nostalgia, para entrar en la de su hermana.
Entró a la habitación que había sido de sus padres cuando el reloj de su teléfono indicaba las 3:10 de la mañana. Estaba cansada y llorar le había hecho dar más sueño. Se acostó en la cama repleta de polvo, en el espacio donde había dormido su madre. Estornudó, pero ahí se quedó, recordando a tan maravilloso ser.
Con los rayos del sol, ella se despertó al día siguiente. Estaba en la cama que había sido de sus padres, con una almohada que aún olía a su madre. ¿qué más podía desear?
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Pudo él haber pensado que lo hice por él. Me tiene sin cuidado. Lo hice por mí.
.
Él, solía pensar que era la causa de todo.
Él solía decir las cosas que creía que uno pensaba.
Él solía pensar que el mundo era el que tenía un error, no él.
Él se creía que todo lo malo que hacía era "en respuesta" a lo que los demás le hacían.
Él era alcohólico.
Él tenía problemas.
Solía tener compasión con cualquier ser que se le pasara por en frente, siempre y cuando, este ser no fuera su familia.
Bueno, para ser más precisa, su esposa, o sus hijas.
Su esposa era como el hombre de la casa.
Su esposa tenía que pagar casi que la mitad de los gastos, ganando menos.
Su esposa tenía que aguantarselo todas las noches.
Él era un cerdo.
Él era un histérico.
Él tenía problemas.
No era un mal padre, lo daría todo por sus hijas, pero en realidad no sabía cómo ser un padre.
Su hija menor no lo culpaba. Su hija menor entendía que la vida de su padre no había sido fácil. Cuando joven había ido a la escuela militar, solamente por demostrar que "era un macho", o eso era lo que ella había cogido de la historia. Fue ahí cuando se volvió ateo.
Años después se casó con una mujer que no podía tener hijos. Una mujer que su hija creía una zorra, pues cuando al hombre en cuestión le dio cáncer de piel, la mujer prefirió irse a estudiar no recuerdo dónde, y dejar al hombre que ahora era su padre solo. Solo y débil.
Lo abandonó en el peor momento.
Pero no todo estuvo perdido. Su padre conoció a su madre. Y formaron una familia feliz....que ya no era tan feliz.
Su primer hija la tuvo cuando ya tenía 45 años. Primer error.
Con el tiempo, pasó de ser El.Mejor.Padre.Del.Mundo a ser el Super.Protector.Padre, que después pasó a ser el Nadie.Me.Puede.Hablar.Sin.Que.Yo.Piense.Que.Me.Odia.Padre. En resumidas cuentas, un sufrido.
Ella tenía rabia con él.
Tenía rabia porque después de todo lo que él le había hecho, después de todas las veces que le había hecho daño -física y psicológicamente- ella seguía queriendolo.
Seguía con la esperanza -que poco a poco disminuía pero no se había acabado- de que él un día recapacitaría, le pidiera disculpas...y se internara en una clinica para enfermos mentales.
Porque él, vivía en una prisa constante,
Porque él, manejaba más estrés de que podía controlar,
Porque él, no podía aceptar nada sin meter a alguien más,
Porque él, creía que el mundo iba en su contra.
Porque él, poseía problemas.
--------------------------------
Es triste cuando escribes de alguien al que quieres mucho. La entrada no me salió como quería, está muy mal escrita, redactada...todo. Sólo la escribí para desahogarme. Porque hoy más que rabia, tengo tristeza. Porque hoy no puedo simplemente ver la cara de mi papá, olvidarlo todo e ir a darle un beso en la mejilla. Hoy no puedo.
Él, solía pensar que era la causa de todo.
Él solía decir las cosas que creía que uno pensaba.
Él solía pensar que el mundo era el que tenía un error, no él.
Él se creía que todo lo malo que hacía era "en respuesta" a lo que los demás le hacían.
Él era alcohólico.
Él tenía problemas.
Solía tener compasión con cualquier ser que se le pasara por en frente, siempre y cuando, este ser no fuera su familia.
Bueno, para ser más precisa, su esposa, o sus hijas.
Su esposa era como el hombre de la casa.
Su esposa tenía que pagar casi que la mitad de los gastos, ganando menos.
Su esposa tenía que aguantarselo todas las noches.
Él era un cerdo.
Él era un histérico.
Él tenía problemas.
No era un mal padre, lo daría todo por sus hijas, pero en realidad no sabía cómo ser un padre.
Su hija menor no lo culpaba. Su hija menor entendía que la vida de su padre no había sido fácil. Cuando joven había ido a la escuela militar, solamente por demostrar que "era un macho", o eso era lo que ella había cogido de la historia. Fue ahí cuando se volvió ateo.
Años después se casó con una mujer que no podía tener hijos. Una mujer que su hija creía una zorra, pues cuando al hombre en cuestión le dio cáncer de piel, la mujer prefirió irse a estudiar no recuerdo dónde, y dejar al hombre que ahora era su padre solo. Solo y débil.
Lo abandonó en el peor momento.
Pero no todo estuvo perdido. Su padre conoció a su madre. Y formaron una familia feliz....que ya no era tan feliz.
Su primer hija la tuvo cuando ya tenía 45 años. Primer error.
Con el tiempo, pasó de ser El.Mejor.Padre.Del.Mundo a ser el Super.Protector.Padre, que después pasó a ser el Nadie.Me.Puede.Hablar.Sin.Que.Yo.Piense.Que.Me.Odia.Padre. En resumidas cuentas, un sufrido.
Ella tenía rabia con él.
Tenía rabia porque después de todo lo que él le había hecho, después de todas las veces que le había hecho daño -física y psicológicamente- ella seguía queriendolo.
Seguía con la esperanza -que poco a poco disminuía pero no se había acabado- de que él un día recapacitaría, le pidiera disculpas...y se internara en una clinica para enfermos mentales.
Porque él, vivía en una prisa constante,
Porque él, manejaba más estrés de que podía controlar,
Porque él, no podía aceptar nada sin meter a alguien más,
Porque él, creía que el mundo iba en su contra.
Porque él, poseía problemas.
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Es triste cuando escribes de alguien al que quieres mucho. La entrada no me salió como quería, está muy mal escrita, redactada...todo. Sólo la escribí para desahogarme. Porque hoy más que rabia, tengo tristeza. Porque hoy no puedo simplemente ver la cara de mi papá, olvidarlo todo e ir a darle un beso en la mejilla. Hoy no puedo.
La guerra secreta.
Se había creído ser invencible.
Se había proclamado el gran creador de una nave absolutamente enorme, la cuál él mismo había dicho ser invencible. Había pensado haberlo conquistado todo, se había creído rey. Justo antes de que la nave se undiese en las profundidades del oceano, historia de la que incluso salió una película.
Pero pronto eso fue olvidado, y trás algún tiempo, algunas personas, algunas creaciónes y algunos descubrimientos, prontamente se había vuelto a creer ser invencible. Ser "todo poderoso"
Cuan equibocado estaba.
Había pensado tenerlo todo, saberlo todo, y como si fuera poco, se había creído el único.
El hecho de que no hablen no quiere decir que no vean, no sientan, no recuerden. Los arboles, habían estado aquí desde hace más tiempo, y seguirán estandolo por mucho más que él. Lo que claramente afirmaba: Los árboles tenían más experiencia, más conocimiento, más sabiduría. Sabían nuestros puntos fuertes, y también los débiles. Quizá por eso estaban siempre en el mismo punto, callados. Escuchando, esperando. Esperando el momento perfecto para acabar con todo, para terminar una guerra que ningún humano sabía que había empezado...hacía ya siglos.
¿Cómo lo harían? Aliandose con los animales, seres casi semejantes. Sería una victoria absouluta, precisa. Justo cuando el hombre se creería más poderoso que nada, atacarían. Y el momento se acercaba, faltaba poco. La naturaleza ya había empezado a atacar, todos estaban aliados.
Y, estupidamente, el hombre no se había dado cuenta. Oh, y ¡cuanto faltaba para que lo hiciese! No era una sorpresa para los seres más sabios.
Este es el comienzo, esto se va a poner mucho peor, y por ahora, lo único que hacemos es ver como pasa.
Es una guerra, y más que eso: es una guerra secreta.
Se había proclamado el gran creador de una nave absolutamente enorme, la cuál él mismo había dicho ser invencible. Había pensado haberlo conquistado todo, se había creído rey. Justo antes de que la nave se undiese en las profundidades del oceano, historia de la que incluso salió una película.
Pero pronto eso fue olvidado, y trás algún tiempo, algunas personas, algunas creaciónes y algunos descubrimientos, prontamente se había vuelto a creer ser invencible. Ser "todo poderoso"
Cuan equibocado estaba.
Había pensado tenerlo todo, saberlo todo, y como si fuera poco, se había creído el único.
El hecho de que no hablen no quiere decir que no vean, no sientan, no recuerden. Los arboles, habían estado aquí desde hace más tiempo, y seguirán estandolo por mucho más que él. Lo que claramente afirmaba: Los árboles tenían más experiencia, más conocimiento, más sabiduría. Sabían nuestros puntos fuertes, y también los débiles. Quizá por eso estaban siempre en el mismo punto, callados. Escuchando, esperando. Esperando el momento perfecto para acabar con todo, para terminar una guerra que ningún humano sabía que había empezado...hacía ya siglos.
¿Cómo lo harían? Aliandose con los animales, seres casi semejantes. Sería una victoria absouluta, precisa. Justo cuando el hombre se creería más poderoso que nada, atacarían. Y el momento se acercaba, faltaba poco. La naturaleza ya había empezado a atacar, todos estaban aliados.
Y, estupidamente, el hombre no se había dado cuenta. Oh, y ¡cuanto faltaba para que lo hiciese! No era una sorpresa para los seres más sabios.
Este es el comienzo, esto se va a poner mucho peor, y por ahora, lo único que hacemos es ver como pasa.
Es una guerra, y más que eso: es una guerra secreta.
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