martes, 31 de agosto de 2010

Como si nada hubiera pasado.

Se sentó a ver la lluvia caer, los carros pasar, y el tiempo avanzar. No pensaba en nada que no fuera él, y pensando en él no había quien detuviera su mente.

Voló por la hermosa pradera forrada en tulipanes rojos de su imaginación, mientras las manecillas del reloj giraban.
Se cazó mil veces con él, tuvo mil finales felices, y todo en menos de una hora.

¿Que sería de ella cuando despertase?

Salir del hermoso sueño, donde todo era hermoso...a esto. Lluvia, contaminación y frio. En una tarde de Domingo.
Mierda.
Como desearía no tener limites. Como desearía volar todo el día en su imaginación. Como desearía controlar la realidad, o mejor aún que esta fuera  semejante a los sueños.


Impaciente, descuidada, mala persona, distraida, irreverente, insoportable, fastidiosa y sobre todo insegura.
Pero tambien podía ser original, divertida, tierna, amigable, social y sobre todo impredecible.

Sonreía. Sonreía por más mal que estuvieran las cosas. Sonreía para demostrarle al mundo como no le afectaba. Sonreía para creer que todo estaba bien, porque si nadie se daba cuenta, nadie sabría lo mal que estaban las cosas. Nada de panico.

¿Y es que para qué contarle tus males a otros? ¿Qué pueden hacer ellos? "Lo siento", o si no se preocuparían. Se preocuparían y sentirían mal por algo que no pueden cambiar. Por eso ella no le contaba nada a nadie. Nadie podría hacer nada por ella. Sufrir en silencio era la mejor forma de sufrir, así nadie notaría como sufría, y todos actuarían igual con ella.

Como si nada hubiera pasado.

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